Compra online El Libro del Crimen de Dorling Kindersley; disponible en Royce Editores, la mejor y más grande librería de diccionarios y enciclopedias en México.
¿Cómo se ganó Jack el Destripador su siniestro nombre? ¿Quién «vendió» la Torre Eiffel? ¿Cómo se llevó a cabo el atraco del Hatton Garden? Este libro responde estas y otras muchas preguntas mediante el análisis de las estafas, los robos y los asesinatos más infames de la historia.
Tan documentado como cautivador, con un texto absorbente y sugerentes ilustraciones, El libro del crimen aporta una nueva perspectiva sobre el crimen y la criminología. Desde los piratas y los salteadores hasta los asesinos en serie y los ciberdelincuentes del siglo XXI, cada artículo ofrece una mirada sobre la mente criminal y el sistema judicial.
Tanto el estudiante de derecho o psicología como el ávido lector de novela criminal encontrará aquí multitud de casos, en ocasiones tan interesantes como sobrecogedores.
- Un excelente libro impreso
- Formato 20.3 x 24 x 2.5 cm
- 352 páginas impresas a todo color
- Fina encuadernación en tapa dura
- Primera edición, año 2017
- Primera reimpresión, año 2020
- ISBN-10: 0-241-36475-2, 0241364752
- ISBN-13: 978-0-241-36475-8, 9780241364758
- Colaboradores: Shanna Hogan, Michael Kerrigan, Lee Mellor, Rebeca Morris y Cathy Scott
- Traducción: Antón Corriente Basús e Isabel Margelí Bailo
- © Dorling Kindersley
- Peso: 1166 g
INTRODUCCIÓN.
BANDIDOS, LADRONES Y PIRÓMANOS.
El padre de todas las traiciones. Thomas Blood.
Un bandido atento y educado. John Nevison.
Que el diablo me lleve si te doy un cuarto. Edward «Barbanegra» Teach.
Burke es el carnicero; Hare, el ladrón; y Knox es el que compra la carne. Burke y Hare.
Eran unos chicos valientes. Eran hombres de verdad. La banda James-Younger.
Por el amor de un hombre voy a tener que morir. Bonnie y Clyde.
No lo vas a creer: han asaltado el tren. El gran asalto al tren.
Adicto a las emociones. Bill Mason.
Para mí no es más que un trozo de oro. El robo de la Copa del Mundo.
Señorita, le aconsejo que mire esa nota. D.B. Cooper.
Sin armas, sin odio y sin violencia. Atraco al banco Société Générale.
Yo robaba a los ricos para poder llevar su estilo de vida. John MacLean.
Cantad mis gestas, narrad mis combates... y perdonad mis defectos. Phoolan Devi.
El fuego se convierte en una amante, en una novia. John Leonard Orr.
Era el crimen perfecto. El robo de los diamantes de Amberes.
Era un experto en sistemas de alarma. El robo del salero de Cellini.
Puede parecer grotesco e increíble, pero es un verdadero delito. El contrabando de vodka entre Rusia y Estonia.
Criminales londinenses de la vieja escuela. Atraco al Hatton Garden.
ESTAFADORES.
Influido por malos consejos, me convertí en víctima. El caso del collar de diamantes.
La gente se quitaba el sombrero ante semejante suma. La herencia Crawford.
El estafador más hábil de la historia. La venta de la torre Eiffel.
La historia de Domela muestra toda la locura de una gran farsa. Harry Domela.
Si mi obra se exhibe el tiempo suficiente en un museo, se vuelve real. Elmyr de Hory.
No es robar, porque solo me llevo lo que me han dado. Doris Payne.
Inflaron el bote salvavidas y abandonaron la isla. Por lo visto, nadie sabe qué ocurrió luego. Fuga de Alcatraz.
Por entonces, la virtud no era una de mis virtudes. Frank Abagnale.
Me había subido al tren de las mentiras y ya no podía bajarme. Clifford Irving.
Al principio copié libros que hablaban de Hitler, pero luego empecé a sentir como si fuera él. Konrad Kujau.
Si esto no es un cambiazo yo no soy yo. El escándalo de fine Cotton.
CRÍMENES DE GUANTE BLANCO.
El dinero [...] a menudo ha provocado el delirio de las multitudes. El esquema Misisipi.
Nada está perdido salvo el honor. El escándalo del oro del Viernes Negro.
El viejo truco de robarle a Peter para pagarle a Paul. Charles Ponzi.
No se puede declarar culpable a un millón de dólares. El escándalo de Teapot Dome.
Morían ciudadanos a diestra y siniestra. La catástrofe de Bhopal.
El mayor atraco del mundo. El robo de los bonos de la ciudad de Londres.
Todo es una gran mentira. Bernie Madoff.
En el fondo sé que no cometí ningún delito. El escándalo Enron.
Puso en peligro la existencia del banco. Jérôme Kerviel.
El soborno se toleraba y hasta se recompensaba. El escándalo Siemens.
No eran unos chicos raritos armándola en el sótano de la casa de sus padres. El robo de datos con malware SpyEye.
Estas irregularidades [...] van en contra de todo lo que Volkswagen defiende. El escándalo de las emisiones de Volkswagen.
CRIMEN ORGANIZADO.
El contrabando es uno de los negocios más arriesgados. La banda de Hawkhurst.
En Sicilia hay una secta de ladrones. La mafia siciliana.
Se atreven a todo. Las tríadas.
No había existido otra banda más perversa y brutal. La Pandilla Salvaje.
La ley seca no ha causado más que problemas. Guerras de la cerveza.
Si el jefe dice que ese cuervo es blanco, dile que sí lo es. La Yakuza.
Cuando actuamos bien, nadie se acuerda. Cuando actuamos mal, nadie se olvida. Los Ángeles del Infierno.
Fueron los mejores años de nuestras vidas. Los Kray y los Richardson.
Todos los imperios se crearon con sangre y con fuego. El Cártel de Medellín.
Era una cuestión de negocios, no de gánsteres «Freeway» Rick Ross.
SECUESTRO Y EXTORSIÓN.
Él la valoraba menos que a una espada vieja. El secuestro de Pocahontas.
Una maravillosa intriga de la vida real. El reclamante Tichborne.
¡Anne, se han llevado a nuestro bebé! El secuestro del bebé Lindbergh.
Desde el lunes estoy en manos de unos secuestradores. El secuestro de John Paul Getty III.
Soy una cobarde. No quería morir. El secuestro de Patty Hearst.
Aún duermo con la luz encendida. No puedo viajar en metro. El secuestro de Chowchilla.
Siempre me sentí como un pobre gallo en un gallinero. El rapto de Natascha Kampusch.
ASESINATOS.
Un caso inusualmente claro, como un revólver humeante. El asesinato neandertal.
Perpetrado con la espada de la justicia. Jean Calas.
Inocente por motivos de salud mental. Daniel M’Naghten.
Avisé a Katherine de que debía irse. La asesina de la manteca.
Lizzie Borden cogió un hacha y le asestó cuarenta golpes a su madre. Lizzie Borden.
Por sí mismas, las huellas dactilares han demostrado ser tanto infalibles como solo plausibles. Los hermanos Stratton.
Gracias a Dios que ha terminado. El suspense era excesivo. Doctor Crippen.
Me empujaba un impulso que se apoderó de mí. Madame Caillaux.
Era preciosa, con un bonito cabello oscuro. El asesinato de la Dalia Negra.
El artista sabía mucho sobre productos químicos, algo asombroso. Sadamichi Hirasawa.
He sido víctima de muchos pensamientos extraños e irracionales. La masacre de la Universidad de Texas.
Ha llegado la hora del Helter Skelter. La Familia Manson.
¡Un dingo se ha llevado a mi hija! La muerte de Azaria Chamberlain.
Yo era un don nadie hasta que maté al tipo más grande del mundo. El asesinato de John Lennon.
¿Quién os envía contra mí? ¿Quién os manda hacer esto? El asesinato de Roberto Calvi.
Estuve en el corredor de la muerte, pero era inocente. Kirk Bloodsworth.
Un acto de indecible maldad. El asesinato de James Bulger.
Me da miedo que este hombre me acabe matando. O. J. Simpson.
Algo le pasó dentro de esa tienda. Craig Jacobsen.
La gente tiene miedo y no quiere hablar con nosotros. Los asesinatos de Tupac Shakur y Biggie Smalls.
ASESINOS EN SERIE.
Matar a personas... por puro deporte. Liu Pengli.
La tal señora Alice tenía una especie de demonio. Alice Kyteler.
La sangre de doncellas la mantendrá joven. Erzsébet Báthory.
Les mandaré otro pedazo de entrañas. Jack el Destripador.
Estarán mejor muertas que conmigo. Harvey Glatman.
Es solo que me gusta matar. Ted Bundy.
Unos asesinatos deliberados, crueles y a sangre fría. Ian Brady y Myra Hindley.
Un horror imposible de expresar. Fred y Rosemary West.
Están hablando con el Zodíaco. El Asesino del Zodíaco.
A su parecer, era una especie de Dios médico. Harold Shipman.
Un error de la naturaleza. Arndréi Chikatilo.
Yo estaba enfermo, o endemoniado..., o ambas cosas. Jeffrey Dahmer.
Un peligro para las mujeres. Colin Pitchfork.
He leído su anuncio. Hablemos de las posibilidades. John Edward Robinson.
INTRIGAS Y ASESINATOS POLÍTICOS.
Un apetito insaciable y desgraciado por el dinero. El magnicidio de Pertinax.
El asesinato sigiloso. Los hashashin.
Sic semper tyrannis! El asesinato de Abraham Lincoln.
Dreyfus es inocente, lo juro. Respondo con mi vida, con mi honor. El caso Dreyfus.
Si derraman mi sangre, sus manos quedarán manchadas. El asesinato de Rasputín.
Tiene que haber algo más. El asesinato de John F. Kennedy.
Os beso por última vez. El secuestro de Aldo Moro.
Nos rodeaba la barbarie. El secuestro de Ingrid Betancourt.
Bárbaro y despiadado. El envenenamiento de Aleksandr Litvinenko.
APÉNDICE.
ÍNDICE.
FUENTES DE LAS CITAS.
AGRADECIMIENTOS.